lunes, 22 de junio de 2009

.. ideas para cambiar el mundo!

Si todos hicieramos un poquito de nuestra parte...
seguramente.. alguito cambiaria...



VIDAS... Manuel Buenrostro: hacer un mundo mejor.

Limitarse a soñar con un mundo mejor no ha sido nunca parte de la filosofía personal de Manuel Buenrostro. Cuando llegó a Los Angeles hace 23 años, Buenrostro buscaba como tantos otros inmigrantes un futuro mejor para su familia. Pero supo desde el principio que el bienestar de los suyos estaba estrechamente ligado al progreso de la comunidad en la que vivía.

Por eso cuando descubrió que en la escuela de primaria de Cudahy a la que iban sus hijos no había entrenador deportivo, en lugar de quejarse, decidió asumir esta tarea como voluntario.

Buenrostro se consideró afortunado de que su jornada deshuesando reses, que comenzaba a las 5 de la madrugada, terminara a primeras horas de la tarde, dejándole todavía tiempo para acudir a la escuela a entrenar a los chicos.

"Pero en seguida me di cuenta que había muchas otras áreas en que las que podía ayudar a los demás", dice Buenrostro, originario del estado de Jalisco en México.

"En aquellos tiempos, las barreras entre hispanos y blancos se notaban más", dice Buenrostro comentando que observó que muchos inmigrantes ancianos que hablaban español se sentían aislados de su comunidad.

"Ya que no puedo hacer actividades cotidianas con mis papás porque están en México, pensé que al menos podría ayudar aquí a personas de su misma generación", dice Buenrostro, quien desde hace más de ocho años dedica sus días libres a trabajar como voluntario en el Centro para personas de la tercera edad de la ciudad de Cudahy.

"Hago de todo, desde servir mesas y ayudar en la cocina, hasta bailar con ellos cuando hay una celebración", dice Buenrostro, bien conocido en su comunidad por estar siempre dispuesto a ayudar en lo que haga falta.

Precisamente fue esta fama lo que hizo que un amigo le pidiera que transportara en su camioneta ropa y enseres donados para las Hermanas Carmelitas de Tijuana, orden religiosa que está a cargo de varios orfanatos en dicha ciudad, así como en Tecate y Ensenada.

"Las monjitas van una vez al mes a Chula Vista donde otro voluntario almacena las donaciones que llegan desde diversos puntos de California", explica Manuel, añadiendo que desde aquel primer viaje hace seis años, él hace una entrega mensual con ropa, zapatos y otros artículos en buen uso recogidos en su comunidad.

Además de aportar la gasolina, y su tiempo, Buenrostro añade siempre algunos productos básicos para los huérfanos.

"Antes de cada viaje mi esposa y yo vamos al supermercado a comprar alimentos como arroz y frijoles", explica Buenrostro, señalando que suele gastar unos 80 dólares, en esta canasta básica para los orfanatos.

Su objetivo ahora es organizar una visita a los mismos establecimientos para conocer en persona a los huérfanos y tratar de involucrar a las autoridades locales mexicanas para conseguir nuevas vías de ingresos.

"La actual crisis económica nos afecta a todos, pero mucho más a quienes tienen necesidades básicas", dice Buenrostro. Su plan es ayudar a las Hermanas Carmelitas a conseguir las licencias necesarias para que puedan organizar un mercadillo de reventa de artículos donados con el que conseguir fondos adicionales.

Buenrostro está orgulloso de que, desde pequeños, sus tres hijos se hayan involucrado en el mismo tiepo de actividades comunitarias y caritativas.

"Hemos sido siempre una familia humilde, pero uno de los lujos que he podido darle a mis hijos es el de enseñarles a compartir", dice Buenrostro.

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